Con solo tres meses en funcionamiento, el Museu de l’Art Prohibit ha despertado el interés de un público diverso y de los medios de comunicación más relevantes de todo el mundo
Después de tres meses en funcionamiento, el Museu de l’Art Prohibit ha sido muy bien recibido tanto por los visitantes como por los medios de comunicación de unos cincuenta países. Las agencias de noticias más importantes del planeta y medios de Alemania, África , Argentina, Bulgaria, Bélgica, Canadá, Corea, Dinamarca, España, Francia, Finlandia, Holanda, Italia, Indonesia, Japón, Malasia, Noruega, Portugal, Rusia o Chile, entre otros países, han destacado la singularidad del proyecto y han valorado positivamente la apuesta en favor de la libertad de expresión.
«Los visitantes han entendido nuestra apuesta museística y nos acompañan descubriendo lecturas inéditas de las obras y de su contexto. Hay muchos jóvenes en nuestras salas, y tener diversidad de públicos era uno de nuestros objetivos», apunta la directora del Museu de l’Art Prohibit, Rosa Rodrigo.
Cabeceras como The Guardian, Le Monde, The Times, The Economist, El País, La Vanguardia, ABC, Vanity Fair o Forbes se han hecho eco de la apertura del único museo del mundo dedicado a exhibir obras que han sido prohibidas, censuradas, agredidas o retiradas de exposición. También han informado sobre el Museu de l’Art Prohibit radios y televisiones de todo el mundo, desde el ámbito local y nacional hasta la televisión pública alemana o el canal Arte:
Enlace a Canal Arte
https://www.arte.tv/fr/videos/117844-000-A/a-barcelone-un-musee-de-l-art-interdit-ouvre-ses-portes/
Según sostiene el director artístico del museo, Carles Guerra: «La atención internacional recibida por la apertura del Museu de l’Art Prohibit es síntoma de la ubicuidad de la censura. Es un fenómeno global que, por primera vez, recibe una atención específica. El Museu de l’Art Prohibit ha puesto en primer plano la complejidad de la censura en nuestras sociedades. De la censura más primitiva a la más sofisticada, todo acto de prohibición ahora topa con una reacción social que pone en evidencia la potencia creativa y la autonomía que hemos ganado ante ciertos poderes».